22 noviembre 2008

Epi y Blas: una segunda lectura


Epi y Blas orgullosos

Hay cosas que se hacen sin querer, por puro despiste o por la ingenuidad que nos conceden las buenas intenciones. Esto viene a que el viernes tuve un apasionado debate con una compañera por una cosa tontísima: el estereotipo homosexual que representan Epi y Blas (enlace en inglés, sorry!). Ella defendía que cómo coño unos muñecos de fieltro en una serie infantil, iban a encarnar a una pareja de maricones, a lo que le contesté que nadie sospechaba de cinco tíos vestidos como geypermanes y resultaron ser los Village People.

La realidad es que el estereotipo que originalmente representan es el de la convivencia entre contrarios. Plástica y simbólicamente está claro:

  • Epi (Ernie, en la edición original) es de color naranja y al igual que la fruta es redondito, rechoncho en armonía con su jersey de anchas rayas horizontales, pelo revuelto y alocado, una amplia sonrisa acrecentada por dos orejas de soplillo, rie a carcajadas con una risotada perruna, y habla con voz atildada y suave, todo ello enmarcado en una cara cómica de ojos estrábicos. Su carácter en consonancia, es ingenuo, infantil (ama a su patito de goma*), ilógico, a veces sumamente pajaril.
  • Blas (Bert, en la edición original) es de color amarillo de cabeza apepinada, forma esta reforzada por una moña de pelo hirsuto, su poblada y única ceja, sus escrutadores ojos simétricos y concéntricos, la "U" invertida de su boca, una voz nasal con una risa estúpida, propia del que rara vez la saca a paseo y un jersey de cuello alto de rayas estrechas y verticales que le llega hasta el mentón, dándole aspecto de limón y como este, de carácter amargo, serio, lógico, racional, con aficiones tediosas como coleccionar sellos, jugar a las damas, la lectura, escuchar programas de radio o su amada colombofilia.
Ahora bien, si cambiamos ese punto de vista y lo descontextualizamos por uno más social y adulto, las analogías gays son evidentes:

  • Epi y Blas, son una pareja de adultos (icónicamente, en la serie, los niños eran muñecos más simples y menos elaborados) que viven SOLOS en el mismo apartamento. situado en el sótano del número 123 de la Calle Sésamo. De la casa únicamente vemos tres ambientes:
  1. El coqueto salón, el cual dependiendo del sketch está decorado con unos objetos u otros, excepto una lámpara que marca el eje de simetría respecto a dos ventanas con visillos entre las cuales cuelga la pieza más singular: un cuadro donde se ve a ellos dos juntos, no abrazados ni cogidos de la mano, por supuesto, pero sí POSANDO COMO PAREJA. Es significativo además, el hecho de que Epi aparezca originalmente, a la izquierda de la imagen, lugar que la tradición reserva a la parte femenina de los conyuges.**
  2. El dormitorio donde DUERMEN JUNTOS, eso sí en camas separadas y personalizadas cada una con la inicial de su nombre.***
  3. El baño, muy revelador ya que los vemos en él juntos CON TODA IMPUDICIA. Generalmente es Epi el que está desnudo, tanto en la bañera como fuera mientras Blas aguanta las ocurrencias peregrinas del mismo.
Nota: También estaría la cocina, que aparece en un par de episodios, pero al ser poco significativa la obviamos.
  • LA VIDA LA HACEN EN COMÚN Y COMPARTIDA, ya que comen, juegan, van a la playa, pasean juntos. Sintomática es la actitud de Epi cuando Blas no quiere participar en sus asuntos, molestándolo hasta la desesperación propia del que le importa una persona o el autocontrol de Blas ante las repetidas inconciencias de su pareja... ups! quiero decir, amigo al cual no abandona a pesar de darle suficientes motivos para hacerlo.
  • NO SON PARIENTES ya que en la serie aparece varios de ellos y no son comunes a ambos. De Epi conocemos a su primita Ernestina. Blas sin embargo, posee una larga parentela: Bart, su hermano gemelo sólo en apariencia física, su sobrinito Brad, un clon en pequeño de él y parientes nunca vistos en la serie, como su tía Matilda, su tío Bart, quien le regaló su primer clip para sujetar papeles, y su tatara-tatara-tatarabuelo Montaña Mike.
  • Finalmente y puestos a especular, la característica que más les definiría sería su DISCRECIÓN, atributo propio de las parejas homosexuales de la época (hablamos de 1969) completamente necesario para su supervivencia debido al rechazo social que hacia la homosexualidad existía y que aún persiste (enlace en inglés, sorry!).
Para terminar, vuelvo a afirmar que esto es una tontería, propia de una discusión entre amigos (como la de por qué Espinete va todo el día desnudo y para ir a la cama se pone gorro y camisón), pero que quereis que os diga. Será que tengo demasiado tiempo libre ;)



Notas:

* Icónicamente es llamativa, la dicotomía del amor de Epi por su patito de goma, un juguete infantil, fantástico y artificial con el fanatismo por las palomas de Blas, seres vivos, reales y naturales.

** La realidad es que se hace por una cuestión compositiva, ya que el personaje de Blas es mucho más alto y estilizado. Aún así, es curioso que en el cuadro, Epi aparece compositivamente en una diagonal desequilibrada y compensada por la racional verticalidad de Blas.

*** Este detalle es posiblemente el que empujó a los traductores a castellanizar los nombres, bautizándolos con los recios y obispales nombres de Epifanio y Blas, haciéndolos así coincidir con sus iniciales. Si no llega a ser por ello y sabiendo como son, me temo que ahora se llamarían Pipote y Pocholín u otra horterada mayor.




Enlaces relacionados
:

  • Parodia que sobre el tema realizaron en el epidodio de "Padre de familia" (vídeo de baja calidad).

1 comentario:

Anónimo dijo...

victoria PARA SALVICA: A MI EPI Y BLAS ME RECUERDAN A VITORIO Y LUCHINO,LOS DISEÑADORES.NO ME PREGUNTES PORQUE.
Y...AUN SIGUE LA SOCIEDAD METIENDOSE EN LA VIDA SOCIAL Y SEXUAL DE LOS DEMAS? PORQUE NO APRENDEN DE LOS GRIEGOS ANTIGUOS Y SE DEDICAN A INVENTAR,CREAR,,FILOSOFAR, Y AMAR...EN VEZ DE HACER DAÑO A TODO LO QUE NO LES CUADRE EN SUS ESTRECHAS MENTES IGNORANTES Y NADA TOLERANTES...