26 septiembre 2009

El luminoso de González Mierdas (Plaza del Sol, Madrid)


El luminoso de González Mierdas (Plaza del Sol, Madrid)

Madrid es una ciudad caótica, fea, sucia, penosa para vivir, trabajar o criar a unos hijos, pero al contrario que otras muchas, tan cargadas de orgullo ellas, ¡está VIVA!. Siempre hay algo que ver, que probar, que comprar y eso busco cuando voy de visita al menos una vez al año. Nada más subir al tren de ida, me cambia la cara. Me encanta su bullicio, las colas, el olor a fritanga de los bares de la Plaza Mayor, el que existan tiendas de todo aunque haya que ir a buscarlas a las quintas puñetas, teatros y cines con carteleras gigantescas en la Gran Vía, la mezcla imposible de gente que se ven por la calle, el que nadie parezca madrileño y sea de Madrid. Será que soy provinciano y me dejo deslumbrar fácilmente, pero me maravilla.

Claro que no todo es fascinación y oropel. Hay cosas que también odio en ella: ese aspecto de deterioro generalizado, el tráfico, los hoteles de cuatro estrellas con habitaciones de pensión de posguerra y sobre y antetodo el luminoso de "Tio Pepe" de González Byass en plena Plaza del Sol. Es hortera, desfasado, chillón, cutre, ostentoso y le hace un flaco favor a la arquitectura que le rodea. Al igual que el puñetero y extinto "Toro de Osborne" de las carreteras, son marcas del todo kitsch que venden una España de flamenco, toros, fiesta y pandereta, que la derecha denomina "tradición" (España es más que eso y se merece algo mejor).

No concibo como aprobechando que se ha remodelado la plaza, alguien no ha ordenado desmontarlo y destruirlo, como se ha hecho con las estatuas del gallego a caballo para evitar que almas sensibles y tradicionalistas lo coloquen en otra parte argumentando que es "Patrimonio POP de la Humanidad" y parte de la memoria fotográfica de la ciudad. ¡Ay que joderse con los estetas!

11 septiembre 2009

Spam, insultos y amenazas.


Spam, insultos y amenazas

Cumpliendo con las leyes de Murphy, hace unos días, tuve que abandonar rápidamente el baño -aguas mayores- para contestar el teléfono que sonaba insistentemente. Lo cogí como pude en la creencia de que era una llamada que esperaba pero, mi gozo en un pozo, en la pantalla aparecía escrito "Privado".

Desde hace unos años, es raro el día que no llaman a una hora imprevista con el tema del spam. Suelen hacerlo con número oculto por lo que ante una llamada así, cuelgo sin dejarles hablar o directamente la ignoro, pero en esta ocasión y con las pintas que llevaba -pantalón bajado- me pudo más la rabia. Trabajaban para un conocido proveedor de internet preguntando si yo ya tenía conexión en casa o si me interesaba tenerla.

Prometo que me contuve cuando envié tan solo a hacer puñetas (palabras literales; ni una más ni una menos y encima hablándole de usted) al sudamericano que me hablaba desde el otro lado de la línea, colgándole acto seguido. No pasaron ni veinte segundos cuando me vuelven a llamar del mismo número y un personaje me amenazó de la siguiente manera: "Is usté don Fulanito di Tal... ¡qui sipa qui lo tinimos toto grabado!" con un acento magreví más cercano al de Apu Nahasapeemapetilon que al rifeño. De nuevo me refrené cuando a gritos le dije que no amenazase, colgando a continuación antes de que mi boca surgiesen todo tipo de insultos racistas. No volvieron a molestarme.

Las conclusiones a sacar de este suceso son las siguientes:

  • Si más gente insultase a estos timadores su trabajo sería más ingrato y al menos se irían a la cama con un concepto claro de lo que pensamos de ellos.
  • Que no me valen excusas del tipo: "Pobrecitos. Algo tienen que hacer para vivir" o "Son unos mandados. Ellos no tiene la culpa sino sus jefes". Tan culpable es el que ordena como el que obedece. Que se busquen la vida de una manera honrada, que cojan un fusil y hagan la revolución o que se peguen un tiro si no lo aguantan. Para mí tienen tanto valor como personas que lo que se quedó en la taza del inodoro cuando ellos me llamaron.
  • Que voy a informarme sobre mis derechos de tal manera que la próxima llamada que me realicen sea antológica.



P.D.: Ya me gustaría a mí que me llamase su jefe en persona para insultarle como a su subordinado, pero da la casualidad de que aunque pregunte por él, no está. Siempre le pilla visitando a su repajolera madre.

03 septiembre 2009

Ilogicadas 3


Ilogicadas 3

¿Alguien me quiere explicar la utilidad del pedal de embrague hoy en día?¿y la del cambio de marcha manual? Si el camino a seguir en los diseños industriales es la ergonomía, la comodidad del usuario y la simplificación ¿por qué es en España más barato un coche con cambio automático que uno con cambio manual?¿por qué no se estandariza su uso y así se bajan los costes? ¡Ah! Por cierto, que nadie me venga con la chorrada de que así el coche corre más, y que la palanca de cambios "es la salsa de la conducción". Es tanto como decir que no se sabe que es un tren, hasta que se monta uno en una locomotora a vapor: un medio de transporte anticuado, ruidoso, incómodo y contaminante.

01 septiembre 2009

Ilogicadas 2

Esta tarde, mi padre me solicita que le pida una cita previa para renovar el D.N.I. a través de internet. No es para él, es para un amigo que de ordenadores, nada de nada. Afirma que él lo ha intentado y se ve incapaz. Cuando me meto en www.citapreviadnie.es me encuentro lo siguiente.

CIita DNI
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Como veis el texto se introduce en unas casillas para el mismo, que por defecto son MUY pequeñas. Los tipos son enanos y sí, se pueden escalar dándole a la opción correspondiente para aumentar su tamaño, cosa que en general ignora una persona de sesenta años por no decir una gran mayoría de gente de todas las edades. A eso le añadimos la ilegibilidad del capcha de la paginita, y terminamos de rematar la faena, aunque todo se justifique por motivos de seguridad.

La ayuda está bien planteada, pero la imagen que surge del D.N.I. de muestra es igual de pequeña en dimensiones y resolución, que el resto de la página la cual en definitiva, aunque se corresponde a un servicio público, no lo es para aquellos que tienen dificultad visual o su época de estudio finalizó con la invención del bolígrafo.