31 agosto 2008

Lo raro es que no saliéramos todos gays

Recuerdo que en un reportaje del Canal 24 h de TVE, salía un tipo atestiguando que la salida al mercado de los Madelman estuvo mal vista por parte de la sociedad conservadora de los sesenta porque los nenes jugaban con balones y pistolas y no con muñecas. Años más tarde y revisando fotos, me pregunto si no tendrían razón XD. Juzgad por vosotros mismos las fotos de la siguiente página (haced clic en la foto inferior; enlace en inglés, sorry!):

Big Gay

Aquí entraríamos en el discurso de que TODO estereotipo masculino, llevado al extremo se torna homosexual. Desde un Humphrey Bogart, un Chuck Norris o un Tom Selleck, pasando por un John Wayne (enlace en inglés, sorry!), le pese a quien le pese. En eso estamos de acuerdo. Pero es que además los Big Jim tenían detalles muy homo: aspecto rudo pero muy cuidado (los Geyperman llevaban un rapado paramilitar; los Big Jim acababan de salir de la pelu), si le doblabas el brazo marcaban bíceps (es más, uno de sus complemetos era un brazalete plateado que al sacar bola saltaba espectacularmente) los propios nombres (Jim, Jack, Josh...) auténticos clichés acompañados del adjetivo "Big" (grande), por no hablar que el muñequito básico aparecía en boxers cuando no ¡en calzoncillo paquetero con la bandera americana! (otra diferencia con los Geyperman, los cuales carecían de genitales y en el set básico aparecían enfundados en un casto mono militar).

Pero la prueba definitiva de esta teoría parda la encontramos en un muñeco de la serie que no se comercializó en España: Torpedo Fist (Puño de torpedo, literalmente) un expiloto de la armada, con pinta de marinero canalla, a la cual ayuda un coqueto parche en el ojo, y cuyo poder supremo es el de tener un potentísimo y telescópico brazo protésico de hierro que se alarga extraordinariamente. Si esto no es una clara alusión al fist fucking que venga Zerolo y lo vea.



Enlaces relacionados:

30 agosto 2008

La perversa Sarah


Sarah Palin

GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS

Gracias a McCain (el candidato con nombre de patatas fritas) por poner a nuestro servicio a una mala malísima: Sarah Palin. Echaba yo ya de menos a un engendro de esos que admirará dentro de poco la derecha más pepera, recalcitrante y losantiana de este país, para poder lanzar dardos sobre su foto en la pared.

Hipócrita, integrista y homófoba, la muchacha es de las que mezcla religión con rifles, porque os recuerdo que el fanatismo no es propiedad exclusiva, como se nos vende, del islamismo. De las que dice "No al aborto, sí a la vida", pero sin embargo es partidaria de la pena de muerte, la caza y envía a sus hijos a guerras santas donde matar a otros hijos. Para colmo es partidaria de que la Mentira Creacionista (¡¿por qué llamar teoría a lo que es un simple bulo?!) entre en las clases ¡Todo un carácter! que dirán las Hijas de María en el Rosario de la Aurora.



Actualización (1-9-2008): Bristol Palin, hija diecisieteañera de la candidata, se ha quedado embarazada de su noviete. Por supuesto, su mamá en plan castigo la obliga a casarse, a tenerlo y a mantenerlo con su paga semanal XD para que "se den cuenta rápidamente de las dificultades de criar a un hijo". Más vale que la hubiera enseñado y acostumbrado a usar el preservativo en sus relaciones sexuales, digo yo.

La noticia en elpais.com y en elmundo.es
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Actualización (3-9-2008): El nombre del futuro yerno de la Sra. Palin es Levi Johnston, un dieciochoañero, jugador de hockey, que se define a sí mismo en su página de Myspace como "A fucking redneck! (un jodido paleto)". Ante todo honestidad XD.

26 agosto 2008

Rosaurinstein


Rosaura siniestra

La moda siniestra me mata. Me mata porque es falsa, importada, plenamente estética, pija hasta reventar e infantil, propia de adolescentes inmaduros que quieren vivir un eterno Halloween de serie norteamericana. Para colmo, se venden complementos de todo tipo incluyendo muñequitas, que sí muy monas pero que en el fondo son meaditas de nene al lado de la auténtica y siniestrísima muñeca española: la Rosaura de Jesmar.

Este esperpento, del cual ignoro si se sigue fabricando, era una muñeca en plástico de ¡noventa centímetros! supuestamente la compañera ideal de una niña ya que podían compartir la ropa y complementos. Claro que la indumentaria que compartía eran los sobrantes de la niña: camisetas viejas, vestidos rotos, jerseys deshilachados, etc. Eso unido a su cara mongoloide (eran los mismos rasgos que una muñeca "normal", pero que con la desproporción perdían la dulzura) la cual terminaba sucia por el uso y el pelo desgreñado, daban como consecuencia una especie de muerta viviente, aspecto que se acrecentaba porque era ¡capaz de pasear! de la mano de la niña mediante sus piernas articuladas, con la misma gracia que los extras de una película de Carpenter.

En mi recuerdo está la que le regalaron a mi prima en su Primera Comunión (eran caras por lo que se reservaban para eventos así) y de como mi tía, para presumir delante de las visitas, obligaba a desfilar a mi prima cojida de la mano de la muñeca. Era tan bonito como ver pasear un cadáver por la Pasarela Cibeles. Juro que si en uno de eso paseos la muñeca hubiera girado el cuello como la niña de "El exorcista" a mí aún me andarían buscando. Para que luego me vengan con chuminadas.

24 agosto 2008

La dama de la armadura oxidada


Thatcher oxidada

De esas cosas buenas que tiene la vida, es esa cita sufí de "Siéntate a esperar y verás pasar el cadáver de tu enemigo" o como decía la cumbia "se va el caimán, se va el caimán, se va para Barraquilla". Leo con regocijo en elmundo.es:


Haciendo el chiste fácil, diría que eso ya lo sabíamos todos. Teníamos pruebas:

  • Fue un claro ejemplo de que la codicia por el poder no tiene género (1).
  • Era la compañera de cama del inefable Reagan (2) en la supuesta gesta del derribo del Telón de Acero, y es que a todos los dictadorzuelos les da por jugar a ser emperadores del mundo.
  • Arregló la economía de su país a base de incrementar los impuestos, privatizar la industria, recortar gastos sociales y llenar las oficinas del paro. Hizo a los pobres más pobres y a los ricos más ricos (a eso es a lo que llaman los liberales "sanear" la economía).
En resumen, era y es un adefesio humano perturbado, propio de una sociedad caduca que llenó el hambre de los británicos con gestas patrióticas como la reconquista de las Malvinas o su lucha contra el pérfido comunista. Arregló la economía de una minoría, a costa de la mayoría y por eso se le alava desde los medios conservadores de medio mundo. Menos mal que el óxido cuando ataca, corroe por dentro.


Notas:

(1) Es por lo poco que le he de estar agradecido. Fue el claro ejemplo que la maldad política no distingue de sexos. La esgrimía cada vez que una feminista de pacotilla argumentaba que "Si las mujeres gobernaran, no habría guerras en el mundo".
(2) Es increíble como aún se devociona al chalado de Ronald Reagan en su país, cuando lo endeudó tantísimo que prácticamente se lo vendió a saldo a los japoneses.

06 agosto 2008

La vulgaridad de los conciertos


Muro con carteles

En la entrevista que aparece en El Mundo a Gay Mercader, promotor histórico de conciertos míticos en España, aparece solapada una afirmación con la que coincido: EN LA ACTUALIDAD, IR A UN CONCIERTO ES UN ACTO VULGAR.

Sólo teneis que fijaros en una cosa. Ahora mismo las paredes de cualquier ciudad, y más en estas fechas, están plagados de carteles de conciertos o festivales con nombres de grupos de todas las categorías y estilos. Desde los infumables de OT, pasando por los geriátricos Deep Purple o la estudiadísima lavaconciencias titulada La Mar de Músicas. Para asistir a ellos sólo hace falta dos cosas:

a) Pagar la entrada: Se trata de un acto impersonal, tanto que a veces tan solo consiste en introducir una serie de datos en el ordenador y pulsar la tecla Enter.

b) Desplazarse: Es tal la profusión, que es raro realizar un viaje de más de cinco horas para ver a alguien. Al igual que el apartado anterior, también es algo impersonal. Si hay dinero no hay problema y si no pues se va un poco la aventura ¡y ya está! que tampoco pasa nada.

Como se ve tan sólo es una cuestión de dinero, lo cual le ha hecho perder todo el glamour que pudieran tener. Si a eso le sumamos que ciertos grupos/cantantes realizan el mismo show aquí que en Baldemoro y que al menos asisten tres, cuatro, cincomil personas (*) , estar dentro te hace tener una sensación de aborregamiento muy chunga.

En fin, que esto me hace recordar cuando en alguna entrevista Miguel Bosé o la infame Olvido Gara afirmaban de sus viajes en los ochenta a Londres, para ver a David Bowie y que cuando yo tenía quince años me hacía abrir los ojos como compuertas de submarino. Ahora sé que tan sólo eran nenes pijos con dinero y medios. Un asco.



(*) En esto coincido con Jorge Martínez, guitarrista y cantante de "Ilegales", que afirmó hace tiempo en una entrevista, que un concierto donde hay más de dosmil personas es un timo.