El patetismo de la vida política de este país, se ilustró ayer en forma de debate. Vamos a ponernos conspiranoicos:
- Hay una clara tendencia a simplificar la vida política de este país en un presunto bipartidismo, lo cual es el sueño de cualquier magnate. A menos partidos, menos negociaciones. O soborn... ¡perdón! o apoyas a unos o a otros o a ambos. El caso es no salir tú perdiendo. Además, los partidos de tipo mayoritario son auténticas casas de putas donde toda amoralidad disimulada cabe, por lo que son más fáciles de manejar a base de corruptela
- El fijarse TANTO en los detalles (escenario, horarios, vestimenta... etc) y tantas referencias a los debates norteamericanos (¡llegaron incluso a mencionar el de Kennedy y Nixon! Por Dios, que de eso hace un millón de años), franceses y demás, no es más que una estrategia para ocultar la falta de contenidos. Como decorar una mierda con merengue: queda precioso pero sabe a lo que sabe.
- De tan encorsetados que estaban, tanto Zapatero como Rajoy parecían guiñoles. Resultaban especialmente risibles los gráficos estadísticos impresos en colorines que sacaban como pruebas contundentes contra lo dicho por el contrario. Al no poder realizarse primeros planos de los mismos, daba igual que fueran verídicos o que en realidad hicieran referencia a la demografía de la abutarda.
- El sobreinterés (económico ¡por supuesto!) de las cadenas televisivas por el debate. La mayoría programaron debates paralelos, entrevistas y sobre todo posteriormente ENCUESTAS. Fue curiosísimo ver a Sor Iñaki Gabilondo, proclamando a los cinco minutos el éxito de su líder espiritual tras el encuentro (si habeis visto hoy "Sé lo que hicisteis", sabreis que la primera estadística que salió era tan errónea que la suma de los porcentajes no llegaba al 100% :D)
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