Las CONSECUENCIAS del grafiti

Las consecuencias del artisteo se ven en ejemplos como este:

«Educación gasta cientos de litros de pintura para borrar los graffitis de los colegios»

Un grupo de pintores dirigido por la Concejalía ha dejado ya limpios los primeros siete centros escolares. Invertirán 36.000 euros en remozar las paredes de 28 escuelas.

Lo más penoso es pensar que este como siempre, será un esfuerzo en vano. Veinticuatro horas después seguramente, un grupo de niñatos con carencias afectivas y el cerebro picado por la falta de uso, dejará los restos de su mierda sobre las paredes de un centro público reciente pintado (de esos cuyo mantenimiento pagamos entre todos). A las cuarenta y ocho horas, la concejalía de turno les premiará organizando un certamen de arte urbano, aparecerán en el dominical de algún periódico como conato de la modelnidad en un artículo donde un par de pedagogos justificará su guarreo a capa espada debido a su terrible entorno socio-familiar y en compensación, sus papás le comprarán la Play o la Wii o el último chocholoco electrónico que esté de moda.

Si en vez de eso, los ayuntamientos de la Provincia de Murcia obligaran a restaurar la limpieza de esas paredes a los que las destrozan y fueran sus papás quienes pagaran la pintura necesaria, otro gallo nos cantaría. Pero lo dicho, esto es Murcia.



Enlaces relacionados:

• Primer artículo de la saga, «Por qué ODIO los grafitis».
• Segundo artículo, «Por qué CONTINÚO odiando los grafitis».