24 agosto 2008

La dama de la armadura oxidada


Thatcher oxidada

De esas cosas buenas que tiene la vida, es esa cita sufí de "Siéntate a esperar y verás pasar el cadáver de tu enemigo" o como decía la cumbia "se va el caimán, se va el caimán, se va para Barraquilla". Leo con regocijo en elmundo.es:


Haciendo el chiste fácil, diría que eso ya lo sabíamos todos. Teníamos pruebas:

  • Fue un claro ejemplo de que la codicia por el poder no tiene género (1).
  • Era la compañera de cama del inefable Reagan (2) en la supuesta gesta del derribo del Telón de Acero, y es que a todos los dictadorzuelos les da por jugar a ser emperadores del mundo.
  • Arregló la economía de su país a base de incrementar los impuestos, privatizar la industria, recortar gastos sociales y llenar las oficinas del paro. Hizo a los pobres más pobres y a los ricos más ricos (a eso es a lo que llaman los liberales "sanear" la economía).
En resumen, era y es un adefesio humano perturbado, propio de una sociedad caduca que llenó el hambre de los británicos con gestas patrióticas como la reconquista de las Malvinas o su lucha contra el pérfido comunista. Arregló la economía de una minoría, a costa de la mayoría y por eso se le alava desde los medios conservadores de medio mundo. Menos mal que el óxido cuando ataca, corroe por dentro.


Notas:

(1) Es por lo poco que le he de estar agradecido. Fue el claro ejemplo que la maldad política no distingue de sexos. La esgrimía cada vez que una feminista de pacotilla argumentaba que "Si las mujeres gobernaran, no habría guerras en el mundo".
(2) Es increíble como aún se devociona al chalado de Ronald Reagan en su país, cuando lo endeudó tantísimo que prácticamente se lo vendió a saldo a los japoneses.

1 comentario:

Pilar M Clares dijo...

Nunca se dice de cualquier similar, y mira que los hay de forma mayoritariamente aplastante, vamso toda la historia, que lo sea haciendo referencia a su género. Ya sé que lo sabesss, síííi´, yaaaa, pero es que no me puedo atar la lengua...esta manía mía.