Por definición, para que un periodista sea POLEMISTA (con mayúsculas) ha de cumplir los siguientes requisitos:
- Tener un discurso fácil pero culto (sin faltas de ortografía y dando muestras de sapiencia, en TODOS los temas, y memoria histórica). Ser tendencioso (da igual hacia donde) y dar muestras de amiguismo. Ser demagógico (el pueblo ¡que viva el pueblo!) además de exclusivista (¡que viva MI pueblo) e hipócrita (¡TRABAJO para el pueblo!). Agresivo, satírico y mordaz (eso será lo que más alaben sus seguidores: su “valentía” al hablar) con “el enemigo” (el cual será un ente abstracto aunque a veces concrete). Mostrar su constante enfado con la sociedad y con el mundo. Se valorará además, en algunos casos, el egocentrismo o estar regalado de si mismo (propios para elaborar el discurso en primera persona).
- Tener una caterva de fieles seguidores-fanático-talibanes que, cual legionarios, sean capaces de dar sus vidas por su admirado/a locutor-líder espiritual, los cuales serán los que le encumbren a las cimas de liderazgo mediático.
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