Hortografía antikomerziaL

Hay cosas que no se entienden a pesar de que se vean. Al igual que la ley impide actualmente que a un bebé se le ponga un nombre degradante o estúpido, habría que salvaguardar que los amos de ciertas empresas/negocios, tuvieran potestad para bautizarlas/os.

Pongo dos ejemplos:

• Umano, empresa de servicios. Os juro que desde que vi el coche aparcado al lado por la zona de Jiménez de la Espada en Cartagena, no se me ha ido de la cabeza. No sé a quién se le ocurrió que nominar a una empresa con una palabra que presenta un error ortográfico TAN GARRAFAL (humano lleva "h", como huso, hueco o manda huevos) era toda una estrategia comercial. Encima lo han hecho a conciencia ya que en la primera página de su web leemos: "Confiamos en las razones de nuestro éxito: ese espíritu Umano que apuesta por el trato directo y personalizado con el cliente y las respuestas más innovadoras." Para mear y no echar gota. No sé si al resto del mundo, pero a mí por lo menos lo que me demuestra es falta de seriedad.
  

• Civer Troll, locutorio en la plaza de la Cruz Roja en Murcia. Logotipo en colores complementarios, para que se vea bien y de paso te chirríen los dientes y, de nuevo, una FALTA ORTOGRÁFICA MONUMENTAL. Ciber, tal como lo registra el diccionario de la R.A.E., es con "b" de barato, biblioteca y por supuesto... ¡BURRO!

Claro que si hacemos un juego de palabras, lo fuerte de un troll no es la ortografía. Aún así, me temo que el/los amo/s de ese locutorio son de la (tonta) especie humana.

Por cierto que el tema no es novedoso. En febrero de 2003, alguien lo comentó en un foro.

Supongo que habrá otros tantos nombres de empresa curiosos y que alguien ya habrá montado uno de esos Power Points que la gente reenvía a toneladas. Yo sólo quería comentar estos dos.




P.D.: Viniendo al caso, os cuento una anécdota. Cuando yo tenía quince años, una noche en un pub con dos amigos, uno de los cuales se mete en el cuarto de baño. Volvió descojonado de la risa y con algo en la mano: se trataba de un preservativo de máquina cuya marca era "Barriguita's" (con genitivo sajón, para que resultara más glamuroso). Era tan válido como un antipropulsivo que se llamara "Cagarrina's".