07 septiembre 2006

Hasta donde llegar con la libertad


Móvil amenazante

Me asalta una duda tras leer la siguiente noticia:


A mí la medida me parece buena si con ello se puede evitar casos como el que sufrió hace un año la hija de una amiga, la cual recibía mensajes insultantes en su móvil (un par de ellos con amenazas muy graves.) La cosa se prolongó durante más de un mes, y la media era de unos tres diarios. En ese periodo, la chavala, de quince años, pilló una depresión de caballo. Una vez que se consiguió identificar a sus acosadores (dos chavales de catorce y dieciseis años) se les puso una denuncia en el Cuartel de la Guardia Civil, la cual fue inútil ya que a pesar de portar uno de ellos el teléfono desde el que se enviaban los mensajes, no había registro de los mismos.

Por otra parte, el uso que se pueda hacer de esos registros (que son información MUY importante) y sin ponernos conspiranoicos, siempre genera duda de hasta donde ceder nuestra libertad para evitar casos de libertinaje.

1 comentario:

Pilar M Clares dijo...

Y el ordenador como espía tampoco está mal como idea...me lo temía, Flanagan(El país, domingo 10)