14 septiembre 2006

La próxima vez que utilice la red de polvos Flú


Ignatia Wildsmith

Leo que J.K.Rowling, la archiconocida autora de la saga «Harry Potter», se negó en el aeropuerto de Nueva York, donde ha pasado este verano, a facturar sus apuntes de la última entrega de la misma, tanto que a punto estuvo de volver a Gran Bretaña en barco. Esto es lógico por dos razones que me vienen a la mente:

  1. Esos manuscritos ¡valen millones! (y más tratándose del final de la saga.)
  2. Si British Airways trabaja como Iberia, y el el aeropuerto de Edimburgo se parece mínimamente al del Prat, los apuntes a estas horas estarían por la parte de Honk Kong o donde Cristo perdió la alpargata.

En fin, que no se trata de un "capricho de famosa" como se quisiera dar a entender, sino más bien un ejemplo de cordura.

1 comentario:

Pilar M Clares dijo...

Visión

Este es el otro blog fotográfico del que te hablaba. (A ver si me sale lo que me has enseñaooo, maestro)