Leo que J.K.Rowling, la archiconocida autora de la saga «Harry Potter», se negó en el aeropuerto de Nueva York, donde ha pasado este verano, a facturar sus apuntes de la última entrega de la misma, tanto que a punto estuvo de volver a Gran Bretaña en barco. Esto es lógico por dos razones que me vienen a la mente:
- Esos manuscritos ¡valen millones! (y más tratándose del final de la saga.)
- Si British Airways trabaja como Iberia, y el el aeropuerto de Edimburgo se parece mínimamente al del Prat, los apuntes a estas horas estarían por la parte de Honk Kong o donde Cristo perdió la alpargata.
En fin, que no se trata de un "capricho de famosa" como se quisiera dar a entender, sino más bien un ejemplo de cordura.
1 comentario:
Visión
Este es el otro blog fotográfico del que te hablaba. (A ver si me sale lo que me has enseñaooo, maestro)
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