Se trata de un reportaje extraído de
ELPAÍS.es (edición impresa), en el cual se nos habla de Ernst Schäfer el explorador de las SS que en 1938 viajara por el Tíbet, por órdenes de Heinrich Himmler, con fines científicos, políticos, militares, ideológicos y esotéricos (la búsqueda de la
yungdrung, la ancestral esvástica tibetana).
La verdad es que a mí las historias de "grandes expediciones" me la traen floja y más el fetichismo nazi a lo
Sven Hassel (cuan mejor Pío Moa), pero el olor a queroseno, barro y raciones de supervivencia que desprende el artículo incita a su lectura.
2 comentarios:
Landis dice que su testosterona es suya y solo suya a la vez mira con una sonrisa sarcástica de triunfador a los envidosos...
Le quitarán el tour, pero novias no le van a faltar. Que se presente al concurso de masturbación que anunciabas hace unos días. Ay, si yo tuviera salud...
¿Tú crees que Hitler tenía pilila?
Hombre, siempre se ha hablado de su cojera. Cojera de cojón, se entiende, pues parece ser que le faltaba un testículo y ya se sabe que todos los cojos tienen mala leche.
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